Bañarse con agua fría en épocas de calor puede resultar contraproducente debido a que el contraste brusco de temperaturas puede afectar negativamente la termorregulación del cuerpo. | Terra Clima
La importancia de la higiene al bañarnos es crucial para garantizar nuestro bienestar diario. En medio de nuestra rutina diaria, el momento de la ducha se convierte en un espacio especial para encontrar relajación y renovación. Según un estudio realizado por Tua Saúde y revisado por el enfermero Manuel Reis, tanto el uso de agua caliente como de agua fría poseen propiedades únicas que pueden influir en nuestro estado de ánimo y brindar sensaciones reconfortantes. No obstante, existen motivos que sugieren que bañarse con agua fría en épocas de calor puede no ser lo más recomendable.
Cuando nos bañamos con agua fría en momentos de calor, el brusco contraste de temperaturas puede afectar la capacidad del cuerpo para regular la temperatura, lo cual puede dar lugar a una vasoconstricción y un aumento en la presión arterial. Esto no es favorable para la relajación muscular ni para la circulación sanguínea en esas condiciones climáticas.
Por otro lado, el agua caliente, al ayudar a relajar los músculos y a calmar la mente, contribuye de manera significativa a mejorar la calidad del sueño y a facilitar conciliarlo de forma más efectiva. Este efecto beneficioso se ve potenciado por la mejora en la circulación sanguínea que brinda el agua caliente, permitiendo así un descanso más profundo y reparador. Además, su capacidad para aliviar dolores musculares, incluyendo los dolores de cabeza, proporciona un descanso más completo y placentero durante la noche.
El agua fría, por su parte, ofrece múltiples beneficios para la piel y el cabello. Sus propiedades ayudan a contrarrestar la sequedad, mejorar la firmeza y aumentar la elasticidad de la piel. Es especialmente recomendada para tratar problemas como el eccema y la dermatitis. Además, al cerrar las cutículas del cabello, preserva los aceites naturales y reduce la porosidad, lo que se traduce en un cabello más saludable y brillante.
¿Cuál es la razón por la que bañarse con agua fría puede ser malo en épocas de calor?
Aunque la idea de ducharse con agua fría puede resultar atractiva en momentos de calor extremo, es crucial ser precavidos. Los expertos advierten que bañarse con agua fría en estas condiciones puede ser contraproducente. Al entrar en contacto con la piel, el agua fría puede activar la producción de calor adicional, elevando la temperatura corporal en lugar de refrescarla. Además, si se realiza justo después de hacer ejercicio intenso, podría provocar contracciones en las arterias, lo que representa un riesgo para la salud cardiovascular.
Es fundamental mantener un equilibrio al adaptar nuestras rutinas de baño según el clima y las necesidades de nuestro cuerpo. En momentos de calor intenso, es recomendable optar por opciones como aires acondicionados o ventiladores para refrescarnos sin exponernos a cambios bruscos de temperatura que puedan afectar nuestra salud. Disfrutar del agua de manera segura y consciente es clave para nuestro bienestar físico y emocional.